Otro día mas
Otro día más. Mi cuerpo cada vez esta más cansado de vivir,
de pensar, de respirar.
Por la ventana de mi cuarto se cuelan los primeros rayos de
sol. Se empiezan a ver con más claridad los objetos que han formado mi vida. Mi
silla, mi pipa, la foto de ella y más y más recuerdos que se empiezan a
presentar y que me llegan a la cabeza con fuerte sacudida.
El sonido de una gaviota me despierta de mis pensamientos.
Es hora de pararme.
Cuando coloco un pie en el piso puedo percibir la frialdad
del agua. Sí, ha subido el nivel nuevamente. La idea de un día tranquilo se ha
desvanecido, es momento de seguir.
Hace mucho tiempo que la tierra ya no es como era. Ya no hay
bosques, ni praderas ni árboles, sólo agua. Agua y recuerdos.
Tengo que empezar a
construir otro nivel y pronto. Es lo único que puedo hacer. Subir y avanzar. Es
lo que mueve mi vida y a lo que me tengo que aferrar.
Empiezo a subir mis
recuerdos también mi silla, la foto de ella y mi pipa ¿mi pipa? No está, ha
caído al fondo de este inmenso mar. Y sin ella no voy a continuar.
Decido recuperarla, tendré
que bajar. Lo suponía un reto fácil, pero no sabía lo que las aguas me
depararían.
Me zambullo, recorro lo que
antes era mi casa. Ahí esta, la veo y la tomó.
Pero no solo veo la pipa,
veo mi antigua vida, veo a mi familia, imágenes de mi pasado que llenan mi vida
de alegría.
Decido ir más abajo para
encontrarme con ella. El amor de mi vida, mi pareja de aventuras, mis juegos,
mis risas. Tanto tiempo te había buscado y siempre has estado aquí, cerca de
mi, en mi pasado, en lo profundo de mi casa, en los cuartos de mi corazón.
Tengo ya un lugar donde
vivir y se a donde ir. Tu junto a mi, adentro mi ser, ya tengo una razón para
seguir.
Este pequeño texto lo escribí después de haber visto el cortometraje de "La maison des petits cubes", espero lo disfruten nostálgicos de corazón.
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