En la travesía de la Ola Capítulo 6 2da. parte
-Gigo ¿me
llevas al hospital?- le pregunto Abigail a su hermano.
-Claro
carnala, oye traes una carita.
-La verdad
no pude dormir bien- Aunque el término correcto hubiera sido que no durmió
nada. Después del beso que le plantó a Novak, Abigail se sentía como una
idiota.
Rodrigo
dejó a Abigail a las puertas del Hospital, todo se notaba en aparente calma,
antes de subir al elevador se revisó nuevamente el maquillaje, no quería que le
notaran las ojeras. Cuando llegó al piso donde se encontraba Dinorah ya se
encontraban en el cuarto con ella Bibi, Salvio y Rosita.
-Hola
Buenos días a todos- Abigail llevaba en sus manos un hermoso oso de peluche que
había comprado en la tienda de regalos del hospital y al parecer ella no fue la
única con la misma idea, el cuarto estaba lleno de globos, de muñecos de
peluche y de un letrero de madera en forma de móvil que decía “soy niña”.
-Hola
Dinorah, ¿Cómo pasaste la noche?
-Bien, un
poco de dolor hace un rato pero bien, ¿te llevó Novak a tu casa?
-Qué si me llevó- pensó Abigail- Si Dinorah
el me hizo el favor de llevarme y Hunter ¿donde anda?
-Fue a
arreglar el papeleo, si todo sigue bien, mañana mismo me voy a casa.
-Y me
imagino que la señora de Class, va a estrenar casa ¿no es así?
-Ay
Abigail, buena me la montaste, todavía no me la creo. ¡Mírame, Hunter y yo
regresamos y ya soy mamá casi todo al mismo tiempo! En serio que nunca me lo
imagine, pero en relación a la casa, creo que va a estar desocupada un ratito
más, todas las cosas de la bebé las tengo en mi departamento y hacer una
mudanza ahorita es de locos.
-Bueno, eso
no sería problema, Hunter ya tiene todo para la bebé en la casa, la verdad hay
otro cuarto de la casa que no viste y es el cuarto de la bebé, Hunter se lo
armó todo, ropa, cuna, ropero, cambiador, bañera, sus artículos de limpieza y
cuidado, en realidad era nuestro último as bajo la manga, en caso de que
todavía no estuvieras convencida de regresar con él.
-Ay Big, no
me hagas reír, que me duele- dijo Dinorah con una sonrisa en los labios- en
serio que ese hombre es un loco, creo que por eso me enamore de él.
-Así que no
tienes de que preocuparte, si quieres puedo llamarles a los de la mudanza que
hicieron el cambio de la oficina, y pedirles que lleven tus cosas personales y
las de Rosita a la nueva casa.
-Te lo
agradezco, en verdad.
-Bueno
ahora voy a conocer a la hermosura que vi por allá- dijo Abigail señalando
hacia donde estaba Bibi, con la bebé en brazos.
-Mírala
Big, no es un caramelo, quien iba a decir que el simplón del Hunter hiciera una
bebé tan hermosa- le dijo Bibi a Abigail mientras cargaba a la bebé en brazos.
-Si es una
hermosura de nena, nada más de verla se me antoja una bebé.
-Ay Big
falta de confianza cuando quieras podemos hacer una- dijo Salvio riéndose.
-Sigue de
alma caritativa y alguien te va aponer un alto- le dijo Bibi- y mira hablando
del Rey de Roma.
Abigail
volteó a la puerta y sintió sonrojarse, era Novak quien había llegado, portando
un inmenso arreglo de rosas para Dinorah. Inmediatamente en cuanto llegó, fue a
saludar a su hermana.
-Como se ve
que andas loca por el- le dijo Bibi a Abigail en secreto.
-¿Qué?
¿Quién? Yo no, no, para nada, ¿Por qué dices eso?
-Jajajajaja
y eres igual a él.
Novak
terminó de saludar a Salvio, a Rex y a Rosita y se acercó a donde se encontraba
Bibi y Abigail.
-Hola
chicas- dijo Novak e hizo el intentó de tomar a la bebé entre sus manos, pero
Bibi, se lo prohibió.
-Lo siento
Novak, llegaste tarde y a la bebé le toca comer así que con permiso, pero esta
señorita y yo nos retiramos- y Bibi se fue hacia donde estaba la enfermera
quien ya llevaba el respectivo biberón.
-Hola
Abigail – le dijo Novak. Abigail trato de no verlo mucho a la cara.
-Qué tal
Novak, ¿llegaste bien a tu casa?
-Si muy
bien y tu dormiste bien.
-Si claro,
perfectamente bien.
Hubo unos
escasos minutos de un silencio incomodo entre ambos. Abigail se veía las manos
y Novak volteaba al techo como tratando de encontrar una manera de traer a colación
lo sucedido ese día en la madrugada.
-Oye
Abigail, me quede con una duda anoche. –Abigail inmediatamente se puso
nerviosa- ¿Qué pasa si dos amigos se besan en la boca?, ¿siguen siendo amigos o
ya son algo más?
Abigail
volteó a verlo apenada, abrió la boca para decir algo, subió el dedo índice y
mejor se retiro del lugar sin decir una sola palabra al respecto.
-Voy a la
cafetería ¿alguien desea algo?- preguntó Abigail y todos contestaron con un “no,
muchas gracias”.
Salió casi
corriendo de la habitación y Novak ya estaba detrás de ella para detenerla.
-Ahhh no,
no me vas a dejar como hace rato, te saliste del coche como alma que lleva el
diablo, ni siquiera me dejaste decirte nada y ahora no me quieres contestar. Tú
me quieres volver loco ¿verdad?
-¿Yo te
quiero volver loco?, ¿a ti?, si es todo lo contrario. Tú llegas exhalando toda
tu guapura, te me acercas, me hablas al oído, me besas como nadie más lo ha
hecho y después te sorprendes porque no pude contenerme y te robé un beso.
Novak, no soy de piedra, yo también siento, así que si para ti todo esto es un
juego, dímelo para saber a que atenerme.
Novak tomo
en sus brazos a Abigail y la acerco a él, con suma ternura, la vio a los ojos,
era una mirada que trataba de decir muchas cosas que no se atrevía a pronunciar
en voz alta –Abigail yo no se…
Pero antes
de que pudiera terminar la frase, se escucho un grito en el pasillo.
-¡Novak
¿Qué demonios pasa aquí?!-Amanda estaba al final del pasillo, blanca como la
cera, con una furia desatada en los ojos- Así que todo es cierto, es verdad que
te entiendes con esta zorrita.
-Amanda
cálmate por favor y no te expreses así de Abigail.
-Me
despierto en la mañana y lo primero que veo es una foto tuya, junto con esta
gata, y me dices que me calme.
–Amanda le arrojo al piso, el periódico donde se veía la foto de Abigail
y Novak en la cafetería del hospital. Por el ángulo en el que estaba tomada, se
hubiera pensado que Novak estaba tratando de besar a Abigail y junto a la foto
un gran titular que decía, “Miembros de Arrambla Wave gustan de salir con el
personal a su servicio”
Fue tal el
alboroto que hizo Amanda en el pasillo, que algunos familiares de otros
pacientes se asomaron de sus cuartos, y Bibi y Salvio ya estaban afuera
presenciando todo.
-No voy a
permitir que te burles de mi lo entiendes, yo he dado todo por ti y de esta
forma me pagas.- Amanda no pudo contener las lagrimas. –Soy la única que
siempre te ha cuidado las espaldas, la única que nunca te ha defraudado o
traicionado, yo he estado junto a ti sin esperar nada a cambio.
-Amanda
creo que es preciso que hablemos de una vez por todas- Dijo Novak, tratando de
tranquilizarla. La tomó por el brazo, pero ella en un arranque de furia se lo
arrebato.
-No más
Novak, esto se acabo, no voy a seguir arrastrándome, si te gusta lo corriente –
dijo esto último volteando a ver a Abigail- yo no puedo hacer más, pero algo si
te juro, esto me las vas a pagar y con lo que más te duele.- Amanda se dio la
media vuelta y dejo a Novak y a Abigail completamente pasmados.
Los que
presenciaron toda la pelea, poco a poco se fueron retirando, pero Bibi y Salvio
se mantuvieron a la expectativa.
-Novak creo
que lo mejor es que me retire, en verdad no me siento a gusto aquí y tengo que
ver la mudanza de Dinorah- Novak solo le contesto con un movimiento afirmativo
de cabeza a Abigail.
Salió del
hospital sintiéndose pésima por haber visto a Amanda de esa manera y también
sintiéndose muy mal por lo que había dicho de ella. Parecía como que ella era
la tercera en discordia, pero la realidad es que Abigail no sabia con exactitud
que tipo de relación había entre Amanda y Novak y hasta que grado estaba el
comprometido con ella.
Abigail no
quería pensar, salió lo más rápido que pudo de ahí y se dirigió inmediatamente
al departamento de Dinorah.
Ya
enfrascada en el trabajo de la mudanza Abigail se pudo controlar un poco más y
ya pudo pensar con claridad las cosas y como se habían dado. Era un hecho que
ella y Novak sentían cierta atracción mutua, de no haber sido así el no la
hubiera confrontado hoy en el hospital, pero que quiso decir con que el no sabía ¿no sabía que?
Un sonido de
timbre despertó a Abigail de su trance- probablemente
sean los de la mudanza- pensó Abigail, pero al abrir la puerta del
departamento de Dinorah, repentinamente se quedó muda, delante de ella estaba
parado un señor muy guapo, de aspecto muy refinado, llevaba un abrigo, y un
traje muy fino, traía en la mano una pequeña maleta y de no ser por su cabello
ya entrado en canas, Abigail podría haber jurado que era Novak quien estaba
parado frente a ella.
-Disculpe
señorita, se encuentra Dinorah.
Abigail aun
con la boca abierta le contestó- Ella no se encuentra en este momento, pero si
gusta yo le puedo atender soy su asistente, Abigail Escalante.- Abigail le
tendió la mano en forma de saludo.
-Mucho
gusto Señorita Escalante, soy Nolan O`Farrell papá de Dinorah.
-¡Señor
O´Farrell!, mil disculpas, pero pase por favor.- Abigail se retiró del marcó de
la puerta y le dio acceso al departamento.
El papá de
Dinorah entró al departamento de su hija y lo vio de arriba hacia bajo como
tratando de encontrar algo.
-Señorita
Escalante, vengo llegando de viaje y me enteré que mi hija se encuentra
hospitalizada, no he llegado a casa, vine directo para acá para ver a Rosita,
pero me imagino que ella tampoco se encuentra.
-No Señor
O´Farrell, todos están en el hospital.
-Si me lo
supuse y ¿Cómo salió todo?
-Muy bien
señor, tiene una nieta preciosa, pero por favor tome asiento, ¿no gusta que le
traiga algo de beber?
-No
gracias, preferiría que me pudiera dar la dirección del hospital y el número de
habitación de Dinorah, realmente quisiera verla lo más pronto posible.
-Si claro
permítame un momento- Abigail corrió por un post-it y en el escribió la
dirección del hospital y el número de cuarto y cama de Dinorah.
-Muchas
gracias, se lo agradezco y me retiro- Dijo el papá de Dinorah tomando
nuevamente su maleta, pero antes de retirarse se percató de las cajas que
habían cerca de la puerta- Acaso ¿harán un mudanza?- dijo el señor O`Farrell
señalando las cajas.
-Si,
Dinorah pronto va a cambiar de residencia.
-Ahh, muy
bien. Pues gracias Señorita y mucho gusto.
Abigail
acompaño al señor O`Farrell hasta que vio que se retiro en el elevador del
edificio, realmente era sorprendente el parecido de Novak con su papá
cualquiera podría haber pensado que eran hermanos –me imagino que Dinorah va a estar feliz de ver a su papá- pensó para si Abigail y sin darle más importancia
siguió con su labor.
Aproximadamente
a la media hora escucho nuevamente la llave del departamento, ella pensó que
sería Novak, pero la que asomó la cabeza fue Rosita.
-Mi niña ya
llegue. ¡Válgame Dios pasó un tornado por aquí!- Dijo Rosita mientras esquivaba
las cajas de la entrada.
-Hola
Rosita- salió Abigail de la recamara de Dinorah y le dio un beso- ¿Cómo va todo
por allá?, están bien Dinorah y la bebé.
-Ay mi niña
muy bien, esa criatura esta hermosa, Bibi no la suelta, cuando me vine los deje
a ella y a Hunter peleando por ver quien le iba a dar de comer.
-Y ¿quien
te trajo?- Abigail todavía tenía esperanzas de ver a Novak, nunca como hasta
ahora había tenido tantos deseos de estar cerca de él.
-Me trajo
el chofer niña.
-A pues que
bien Rosita- Abigail se mordió el labio de decepción- Oye ahorita que puedas me
puedes ayudar con algunas cosas, solo estoy escogiendo lo más necesario y ya no
tardan en llegar los de la mudanza.
-Si mi
niña, deja voy a la cocina por tantita agua y voy a ayudarte.
Mientras
Rosita se dirigía a la cocina Abigail recordó algo importante, que por estar
pensando solo en Novak casi olvida- ¡Ay Rosita y no te encontraste con el señor
O´Farrell en el hospital, dijo que iba para allá!
Abigail
escucho un cristal romperse y Rosita salió corriendo de la cocina.
-¡El Señor
O´Farrell! Válgame Jesucristo ¿A que hora llegó? Y dijo que iba para el
hospital, ayy Madre Santa, la que se va a armar.-Rosita se tomaba las manos y
estaba blanca, nerviosa y muy asustada.
-Rosita ¿Que
pasa?, ¿Dije algo malo?,por favor Rosita háblame- Abigail se preocupó de ver la
reacción de Rosita, cuando le comentó lo de Señor O´Farrell.
-Ayy niña
es que las cosas están muy mal entre mi niño y su papá, hace mas de 10 años que
no se ven y no se hablan. Yo respeto mucho al señor O´Farrell, pero hubo cosas
en las que yo no estuve de acuerdo, aun así nunca perdí el contacto con el
señor O´Farrell, siempre lo he tenido al tanto de las cosas de sus hijos. El
sabía que Dinoritah pronto iba a ser mamá y decidió arreglar las cosas con
ella, mientras los muchachos andaban de gira, su padre vino un día a hablar con
ella y el le prometió que en cuanto fuera mamá el iría a verla, pero yo me
encargaría de que Novak no estuviera ahí, ahora no se lo que va a pasar en
cuanto se encuentren.
-Ayy Rosita
y ¿si le hablas a Novak y le dices una excusa para sacarlo de ahí?
-No mi niña,
no me atrevo, en cuanto se entere, me va a matar, debí haber hablado antes de
esto con él, pero se que el es muy orgulloso y no iba a ser tan fácil tocar
este tema, lo peor es que siempre ha confiado en mi y ahora que se entere que
seguí estando en contacto con su padre, no me va a perdonar.
-Rosita
tenemos que hacer el intento y no esperar más- Abigail sacó su celular y marcó
el teléfono, sonó una vez, sonó dos veces y a la tercera le contestó Novak.
Antes que
Abigail pudiera decir algo, una voz colérica le contestó la llamada.
-Abigail,
sé que estas en el departamento de Dinorah o me esperas ahí, o te busco en
donde estés- y le colgó.
Por la cara
que puso Abigail, Rosita se puso a rezar como mas devoción -No te preocupes
Rosita, el no va en contra tuya, ya me la sentencio a mi– Abigail se tumbo en
el sillón de la sala – Ahora sí me despide, Dios que mala suerte me acompaña
con él, si no es Rex, es Hunter, o sino Salvio o Amanda y ahora su papá-
Abigail se tomó la cabeza entre las manos.
-No mi
niña, esto de un momento a otro iba a estallar, deja preparo un cafecito para
calmarnos los nervios- Rosita se fue a la cocina mientras Abigail buscaba las
palabras para hacer entrar en razón a Novak. No encontró ninguna.
Caminaba de
un lado a otro, hasta se olvido de los chicos de la mudanza, de pronto alguien
entró sigilosamente al departamento, era Novak.
A Abigail
se le erizó el cabello de la nuca, no lo esperaba tan pronto, habrá manejado
como un loco para haber llegado tán rápido del hospital al departamento de
Dinorah. Abigail esperaba que de un momento a otro le empezará a gritar como
era su constumbre, mas sin en cambio pasó todo lo contrario, la tomo de un
brazo y se la llevó hasta su cuarto sin hacer el menor ruido, ya estándo ahí,
Novak cerró con seguro la puerta.
Abigail
siempre había deseado estar a solas con el en su cuarto, pero en este momento
lo que deseaba era escapar, Novak se tocó el ceño y comenzó a hablar.
-No quiero
que Rosita se entere de este problema, pero me podrías decir ¿Cómo demonios fue
que mi padre se entero de lo de Dinorah?
-Novak, yo
solo le di la dirección y el número de cuarto…
-¿Solo le
dista la dirección y el número de cuarto? ¿Querías algo más?, ahh si ya se
probablemente ir con el y acompañarlo del brazo, como grandes amigos ¿no es
así?, ¿Desde cuando has estado en contacto con él?
El celular
de Novak, sonaba y sonaba y el desviaba la llamada.
-Yo no
conocía a tu papá, es la primera vez que lo veo.
-Por favor
Abigail estoy harto que me mientan. Dime ¿que más información has estado
dando?, ¿que otros chismes más has vendido del grupo?, ¿con cuantas notas de
nosotros te has beneficiado? Sabes pensándolo bien probablemente al paparazzi
del hospital lo mandaste tú, para sacar una buena tajada de la nota. ¡Que
idiota que no le hice caso a Amanda, en verdad que eres de lo más corriente!
Abigail con
lágrimas en los ojos, levanto la mano y se la dejo caer con todas sus fuerzas a
Novak en su mejilla, -Eres un, eres un……- pero Abigail ya no podía más, ya
había recibido muchos insultos de Amanda, pero haberlo escuchado de su boca fue
devastador y antes de echarse a llorar como Magdalena, tomo el picaporte de la
puerta del cuarto de Novak y salió corriendo de ahí, del departamento y del
edificio.
Rosita,
cuando vio a Abigail que salía como loca del departamento, fue atrás de ella,
pero cuando llegó al pasillo, el elevador ya había bajado. Rosita volteó hacia
la puerta del departamento y vio a Novak en el dintel de la puerta, con la
mejilla roja por el cachetadón que le había propinado Abigail y en ese momento
Rosita entendió todo. Ella no había oído llegar a Novak al departamento, pero
lo mas probable es que haya descargado toda la furia que traía adentro en
Abigail, Rosita se sintió llena de culpa y con paso decidido se dirigió a
Novak.
-Chamaco de
pacotilla ¡¿que le has hecho a esa niña?!
-Nada Rosa,
solo me he quitado la venda de los ojos.
-Que venda
ni que ocho cuartos, ella no tiene la culpa de nada fui yo la que le informó a
tu padre todo… sí, yo chamaco del demonio, la que ha visto por ti desde que tu
madre falleció, la que te cuido cuando andabas con tus locuras, la que te
vigilo cuando dejaste la casa de tu padre.
Novak sin
poder contener una lágrima, se escabullo de la vista de Rosita y se fue a
refugiar a su cuarto, a encerrarse para que no lo vieran. Rosita cerró el
departamento y se dirigió al cuarto de Novak trató de abrirlo, pero la puerta
tenia el seguro. Sabía que no iba a abrir necesitaba darle espacio y tiempo
para que comprendiera muchas cosas, pero antes de irse tenia algo más que
decirle.
Pegada a la
puerta y llorando el rechazo de Novak, le dijo- Mi niño, te quiero más que a mi
vida misma, eres la luz de mis ojos y no importa lo que hagas siempre te amaré,
pero hice una promesa a tu madre en la hora de su muerte, me hizo jurarle que
pasará, lo que pasará, yo te tendría que reunir de nuevo con tu padre.
Rosita se
limpió sus ojos y se fue llorando a su cuarto. Sabía que al otro lado de la
puerta había, no un hombre, si no un pequeño niño tumbado en el suelo, deseando
que lo abrazarán.
Abigail,
camino y camino, por un parque cercano al departamento de Dinorah, se limpiaba
y se limpiaba las lágrimas, que por mas que intentaba no dejaban de salir, su
cabeza le dolía y no entendía como Novak pudo pensar eso de ella. Ella siempre
ha sido leal en todos los aspectos y para colmo de males se había empezado a
enamorar de él y eso le dolía más que todo en el mundo. Su corazón le pesaba y
un nudo en el estomago no la dejaba respirar y la lagrimas no paraban, decidió
sentarse por un momento en una banca, comenzó a ordenar sus ideas, lo primero
que iba a hacer era presentar su renuncia, ella ya no podía seguir con el grupo,
ni estar con una persona que pensara tales cosas de ella, no importaba que, era
necesario alejarse de Novak.
Lo segundo
que necesitaba contemplar era encontrar un empleo, así que le llamó a la única
persona que sabia que podía ayudarle en ese momento.
-Armando
hola, habla Abigail Escalante, la asistente de Arrambla Wave, ¿Me recuerdas?
-Claro
Abigail, oye te escuchas mal.
Abigail
limpiando su garganta le dijo- No estoy muy bien, es que te estoy hablando en
la calle, oye Armando ¿esta todavía disponible la plaza que me comentaste?
-Si cariño,
que no has hablado con mi contacto, pensé que ya lo habías hecho.
-No, hemos
tenido un poco de trabajo acá.
-Mira no te
preocupes, deja le hablo, dame dos minutos y te regresó la llamada.
-O.k.
Armando te espero Bye.
Abigail
colgó el celular completamente desconsolada, le dolía en el alma dejar su
empleo y más aun le dolía la manera como la había tratado Novak. Hacía ya mucho
tiempo que ella no había sentido nada por nadie, que no había tenido esperanzas
para su escasa vida amorosa y ahora que pensaba que había encontrado alguien
especial, se dio cuenta que era un estupido patán sin sentimientos.
Nuevamente
sonó su teléfono, era Armando de vuelta.
-Hola
Abigail.
-Si ¿Qué
pasó Armando?
-Estas de
suerte chica, no han contratado a nadie, pero hay un pequeño problema.
-¿Qué pasó?
-Te
necesitan de urgencia, si es posible mañana mismo.
-No hay problema,
mañana me presento, ¿a que hora?
-A las
10:00 de la mañana porque van a tener junta, preguntas por el Señor Aguirre, es
el Editor en jefe y ya el te dirá lo que necesita, la dirección te la mando
ahorita a tu mail.
-Armando
gracias por tu ayuda, te la debo.
-Ya te dije
como me la vas a pagar. Tú pon el día.
-Te hablo
la semana que entra y nos vemos es un hecho.
-Ok.
Preciosa, bye y suerte.
Abigail no
estaba para citas, pero Armando siempre se mostró muy amable con ella y este
favor que le acababa de hacer, con nada del mundo se lo podría pagar, ya más
tranquila y sin llorar Abigail, se paró de la banca, tomo su bolsa y se dirigió
a su casa. Necesitaba redactar su carta de renuncia.
Con el regalo del fin de semana puedo perdonar la espera al próximo capítulo...Un abrazo
ResponderEliminarSiento que estoy leyendo de esas novelas por entregas del siglo xix
ResponderEliminarjajaja espero sean buenas las del siglo XIX sino ya me fregaste :P Besos a Aurory
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