En la travesía de la Ola Capítulo 8 2da. parte






Abigail colgó, aventó el celular y se fue corriendo al armario, para ponerse algo lindo y muy sexy, tomo unos jeans super ajustados, una blusa rosa magenta, con los botones abiertos, dejando ver un lindo escote, tomo un blazer blanco de vestir y completó con unas zapatillas de tacón con plataforma, se peinó el cabello, dejándolo completamente suelto y se maquillo en menos de 3 minutos, sólo lo básico, algo de polvo, rimel, un toque de rubor y un lindo gloss para los labios, tomo el perfume, provocó una nube de aroma y se zambullo en él, listo ya estaba preparada para lo que venía.

Fue corriendo al comedor, tomó el plato de cereal para dejar la mesa limpia, fue a la sala, acomodó los cojines, levantó unas revistas que estaban desperdigadas por ahí y de pronto sonó el timbre.

Abigail se alisó el blazer, se acomodo la blusa, y se pasó las manos por el cabello –Tranquila Abigail, tranquila, respira profundo cuenta hasta 10, 1, 2, 3, 4, 5-sonó nuevamente el timbre- 9y10.

Abigail fue a la puerta, se persigno y preguntó con voz impasible- ¿Quién?
-¿Abigail?, Hola soy Novak

Abigail abrió la puerta, ahí estaba parado ante ella, con las manos en los bolsillos del pantalón, con sus hermosos ojos azules y su preciosa barba de candado, tenía unas ganas locas de aventársele a sus brazos, pero gracias a que estaba agarrada de la puerta se contuvo.

-¡Novak que sorpresa! ¿Cuándo llegaste a la ciudad? –Abigail no se movió de la puerta.
-Llegué ayer, te estuve buscando pero nunca me pude comunicar contigo.
-Sí claro, verás es que llegue tarde a casa y me quede sin celular. La batería, tu sabes.

Ambos se quedaron un rato callados. Abigail no sabía si invitarlo a pasar, o dejarlo un rato en la puerta, pero Novak quien es más desesperado decidió romper el silencio.

- Oye Abigail, ¿Te encuentras ocupada?-preguntó Novak, tratando de ver hacia adentro de la casa.

-Ay no para nada, estaba esperando a alguien pero me acaba de hablar para decirme que no podrá venir, pero que mal educada, no quieres entrar un momento.

Novak estaba sorprendido, se había ido por más de un mes y a su regreso todo parecía haber cambiado, en la Mansión, con su familia y ahora con Abigail. Ella estaba hermosa como siempre, pero ya no se mostraba tan seria y precavida como antes, y eso lo excitaba más de lo que se hubiera podido imaginar.

-No gracias, más bien me gustaría salir a platicar contigo, hace mucho que no te veo.

Por un momento Abigail se perdió en la voz de él -Claro Novak a mi también me encantaría- pero en seguida se recobró- aunque no tengo mucho tiempo, verás tengo cosas que hacer y a la una tengo que estar en mi trabajo.

-No te preocupes, yo te llevó a tu trabajo.
-O.K., voy por mi bolsa y salgo en un momento.

Abigail emparejo la puerta y una vez que se perdió de vista de Novak, corrió a su recamara, tomo su bolsa y fue rauda a la recamara de su mamá.

-Mami ya me voy nos vemos hasta la noche. Bye.
-Mihija ¿Qué? ¿a donde vas? Háblame- dijo Carmen con voz acabada de despertar.

Abigail salió de su casa y Novak la esperaba recargado en su coche con una gran sonrisa, la tomo de la mano y la llevo a la puerta del auto.

-Abigail ¿Ya desayunaste?
-No, todavía no –Cereal con leche no cuenta como desayuno- pensó Abigail.
- Bueno, vamos te invito a un lugar que me gusta mucho.

Tomo de la mano a Abigail y la llevó hasta su coche, eran apenas las 8:30 de la mañana, pero el día ya pintaba a ser soleado y con muy buen clima.

Novak tomo inmediatamente una vía rápida y se dirigió hacia la parte Norte de la ciudad, para tomar un tramo carretero.

Abigail se imaginaba que Novak la iba a invitar a un lugar sofisticado y concurrido pero en cuanto se dirigió a la carretera, sus planes mentales se esfumaron 

-Novak ¿Hacia donde nos dirigimos? ¿Piensas salir de la ciudad?
-Si
-Recuerdas que te comenté que tenía que regresar a la una de la tarde ¿verdad?
-Ahh si que tenías que regresar temprano, entonces me imagino que tendré que ir un poco más rápido.- Novak metió la velocidad al auto y éste voló.

Abigail se agarró con las uñas de las manos y de los pies, y para colmo de males Novak abrió las ventanas del auto y el aire entraba a borbotones por todos lados. Accionó el sonido del vehículo y una música estridente empezó a sonar. 

Obvio que Abigail tenía que mostrarse segura de si misma, pero por más que se acomodará el pelo, todo se le venía a la cara, Novak solo la veía de reojo y no podía aguantar la risa que le provocaba ver toda la melena alborotada de Abigail. 

Estaba llevándola a su límite, sabía que ella no era una chica a quien le gustaran las emociones fuertes y toda esa actitud de mujer de mundo, sólo podía ser una pantalla, así que decidió jugar el mismo juego que ella, pero con sus reglas.

Abigail no se iba a sentir intimidada, ya no más, así que agarró su bolsa de mano, tomo unas ligas para el cabello y como pudo se acomodó la melena en una coleta, vio a Novak de arriba hacia abajo y se volteó bastante digna, haciendo como que disfrutaba del aire en la cara, el solo se río. Más que hacerlo enfadar el estaba muy divertido.

El viaje fue muy placentero, pasaron por zonas boscosas con hermosos paisajes, la carretera estaba libre, claro que al ser entre semana era muy normal que estuviera así, pero para Abigail está experiencia era algo completamente nuevo, nunca había echo algo tan alocado como irse en un día laboral a pasear.

Durante todo el camino, casi no intercambiaron palabras, ambos se veían felices, pero eran tantas las cosas que se tenían que contar, que las ideas les llegaban en remolino y simplemente las palabras no les salían. Después de una hora aproximadamente llegaron a un pueblito, ubicado en el Estado de México, era un espacio muy tranquilo, donde se podía respirar la cultura colonial en sus construcciones históricas y a la vez estar enfrascado en un ambiente de modernidad, por las hermosas casas que albergaba este lugar, pero como todo pueblo, sus calles carecían de un pavimento fino, y en su lugar el suelo estaba adornado con hermosas piedras que formaban imágenes entre ellas. Realmente era un lugar mágico, con sus árboles, sus flores, su pequeño centro, acompañado de un convento del siglo XVI, pero ninguna de estas maravillas le quitaba a Abigail una sola idea de la cabeza: Sus zapatillas de 12 cm de alto.

En su afán de querer verse sexy y femenina, ese día había escogido unas nada favorecedoras zapatillas para caminar, cada que pisaba una piedra, el tacón de una de una de las zapatillas se metía entre las ranuras que había en el suelo.

-Abigail ¿estas bien?-le preguntó Novak cuando vio como jalaba el zapato de entre las rocas.
-Claro, claro no hay problema.

Novak se encogió de hombros y siguió caminando, Abigail lo siguió a cierta distancia, la pobre caminaba como gato tocando suelo mojado, cuando nuevamente el tacón se le atoró en otra piedra. Desesperada jalo el pie con tal fuerza que separo el zapato del tacón y no porque fueran zapatos económicos, mas bien todo lo contrario eran unos zapatos que le habían costado una fortuna, pero que a leguas se veían que no eran para un trato rudo. Abigail se agacho y trato de sacar el tacón del suelo antes que Novak se percatará, pero este al no sentir su presencia volteó y la encontró luchando ferozmente entre la roca, el tacón desprendido y su melena revuelta. 

Fue tal la carcajada que dio Novak, que Abigail se detuvo en el acto y sin hacer más aspavientos se acomodó el cabello, se alisó el saco y con la gracia de una coja camino hacia Novak, mientras este se tomaba del estomago de la risa que tenía.

En cuanto lo tuvo en frente, se quitó ambas zapatillas y se las dejo en la mano -Tú, pedazo de troglodita, falto de tacto, me debes unas zapatillas- y caminando descalza por el empedrado, se metió a una tienda de artesanías y se compro unas modestas sandalias, que no se veían tan bien, pero que sus pies agradecieron profundamente.

Cuando salió de la tienda, Novak le esperaba sentado en una banca bajo la sombra de un grandísimo árbol. Ella ya más repuesta y con el cabello en su lugar, fue y se sentó junto a él.

-Big ¿Por qué te enojas?, yo no tengo la culpa que se te haya roto el tacón.-Dijo Novak mientras tomaba una de las zapatillas y la lanzaba encestándola en un bote de basura, que se encontraba a poca distancia de ahí.

-¿Que no tienes la culpa?, si me hubieras dicho que me ibas a traer a un pueblo a caminar por calles empedradas, me hubiera puesto otro tipo de zapatos, pero claro como tu traes tus bototas de motociclista a ti te da lo mismo ir a un centro comercial que irte a hacer campismo al Nevado del Toluca.

-Pues yo suponía que tu sí sabias caminar con tacones, una mujer que suele llevar este tipo de zapato, es porque sabe como usarlos ¿o No?- Tomo el otro zapato y volvió a encestar.
-Pero claro que se usar tacones, solo que en lugares más… planos. Que tu frecuentes otro tipo de mujeres, con costumbres más “acrobáticas” es otra cosa. 
-Bueno ya no te enojes, no todas tienen las mismas capacidades.
-Habrase visto tanto cinismo, con este hombre- pensó Abigail
-Es más si tú me hubieras pedido que te cargará, yo te hubiera traído por todo el pueblo a cuestas, pero como no lo hiciste, no te quejes- Novak se paró de la banca y le tendió una mano- Ya quita esa cara de niña regañada y vamos a desayunar que me muero de hambre.

Abigail suspiro, le sonrió, y le dio la mano, solo le costo un zapato sin tacón para darse cuenta que Novak no había cambiado, seguía igual que siempre, su mismo humor negro, su cinismo, su misma sonrisa franca que muy pocas veces hacia notar delante de otra gente, en verdad que lo había extrañado y aunque las cosas con ellos no estaban del todo claras, la realidad es que en ese momento estaba con ella y con nadie más, así que decidió llevar las cosas tranquilas y disfrutar de su presencia hasta donde llegará.

Novak la condujo a un concurrido mercadito cercano a la plaza, en el vendían alimentos típicos del lugar, se sentaron en un pequeño puesto de comida para desayunar, la gente del lugar no le ponía mucha atención a la pareja, así que pudieron disfrutar de un típico desayuno de tacos de cecina sin ser molestados.

Para Abigail era un panorama surrealista, un Rock Star de incógnito en un pueblito, comiendo tacos como cualquier hijo de vecino, realmente era para dar risa, pero Novak se sentía a gustó y conocía perfectamente el lugar.

-¿Hace mucho que conoces este pueblo?
-Desde que era adolescente. Rosita es de aquí y en mis vacaciones prefería venirme con ella que salir con mi padre, así que sí, conozco desde hace mucho este lugar.
-¿Porqué le tienes tanto rencor a tu papá, Novak?
Novak permaneció un momento callado y pensativo, pero al final decidió hablar.
-Mi padre nunca cuido de Dinorah o de mi, desde que mi mamá falleció el se desentendió de nosotros, nunca estaba presente en nuestros eventos importantes y en nuestros cumpleaños solo recibíamos un regalo costoso de parte suya. La única que siempre nos cuido fue Rosita y nuestra vida, de no haber sido por ella, hubiera sido muy vacía. 

Yo tendría unos 16 años cuando mi mamá murió, estaba en una etapa muy difícil, era un muchacho rebelde, me la pasaba en las fiestas, tomaba mucho y en muchas ocasiones me llegue a drogar hasta perderme, mi único consuelo siempre fue la música, claro que para mi padre, esa no era una profesión, el quería que su hijo se hiciera cargo de las empresas familiares, lamentablemente el hijo no le salió tan dócil como el hubiera querido – Novak torció la boca en una sonrisa de amargura- Así que como no accedí a su petición, la vida en mi casa se convirtió  en un infierno. Cuando cumplí 18 años me fui de ahí, sin dinero, sin ropa, sin nada, solo lo único con lo que cargue fue mi guitarra. Anduve vagando por un buen rato, con mis antiguos camaradas, pero cuando la buena fortuna ya no te sonríe y ya no tienes plata para comprarles droga, la amistad se va por un caño y en ese momento llegó Amanda.– Abigail estaba sorprendida por lo que acababa de confesarle Novak.

Ella siempre fue una buena amiga en la escuela, era una niña bien, de familia rica y acomodada, durante algún tiempo fuimos novios, pero cuando empecé con mis destrampes esa relación terminó, aun así seguimos en contacto durante mucho tiempo. Cuando necesitaba dinero para comida ella me prestaba o si necesitaba pagar la renta del cuartucho en donde vivía ella me lo daba, yo era un escuincle que solo vivía de lo que me dejaban las tocadas en algunos antros, pero gracias a Amanda fue que Rosita me encontró y ya no se volvió a separar de mi hasta que decidí postularme para entrar a una universidad en Alemania para estudiar música. La universidad me aceptó y me otorgó una beca y fué Dinorah la que me enviaba dinero a escondidas de mi padre, claro que él nunca se preocupó por ver donde andaba rodando su hijo, así que como podrás darte cuenta el no fue un padre modelo y yo no creo poder perdonarlo nunca.

Abigail se quedo impresionada por la historia de Novak, sabia que no era una perita en dulce pero nunca se imaginó todo lo que él pasó en su etapa de adolescente, ahora entendía un poco más el carácter de Novak, el ser tan desconfiado y con tan poca falta de tacto, no era algo gratuito, la vida le había enseñado de la peor manera a salir adelante, a pesar de provenir de una familia de dinero.

Aun así había algo que no le cuadraba a Abigail, el hombre que Novak le describía como su padre era una persona insensible, dura y egoísta, pero cuando su papá llegó al departamento de Dinorah, Abigail pudo ver en él a un hombre preocupado y sencillo, probablemente Abigail se equivocaba en su primera impresión, no seria la primera vez que le ocurriera eso, quería decirle algo al respecto pero mejor lo evito, ella sabía que Novak estaba muy enfadado con él y nada que dijera lo haría cambiar, así que optó por tomarle de la mano y otorgarle una calurosa sonrisa de apoyo.

Cuando terminaron de desayunar, salieron nuevamente hacia el pequeño centro del pueblo y comenzaron a caminar por las calles de la entidad, decidieron comprar una nieve tradicional del lugar y disfrutar un poco más del paisaje.

-Y ¿qué hiciste en este tiempo Big?- le preguntó Novak, mientras se instalaban en una banquita de un jardín cercano.
-Pues trabajar, estar en casa y en algunas ocasiones salía con Bibi o veía a Rex para ayudarle con los preparativos de la boda.
-Si algo de eso supe, casi no he podido platicar con ellos. Y Dime ¿Cómo has estado en el trabajo?
-Muy bien, todos mis compañeros del periódico son muy amables y nos llevamos excelente.
-Tan amables que te llevan a tu casa en la madrugada ¿No?

Abigail se sorprendió que supiera Novak que la habían llevado a su casa la noche anterior, pero siguiendo con su actitud despreocupada le dijo- Pues si, en ocasiones me han hecho el favor de llevarme a mi casa.
-Pues no deberías subirte al coche de cualquier extraño, te puede pasar algo y además eso habla mal de ti.-dijo Novak elevando una décima su voz.
-No son cualquier extraño, ya llevamos varios meses trabajando, además el que yo salga con alguien no debería de preocuparte.
-Pues lo hago porque soy tu amigo y una señorita como tú no debería andar tan tarde en la calle, eso puede ser peligroso.
-Mira Novak, mi trabajo incluye que en ocasiones me quede hasta tarde, es más cuando trabajaba para ti, en muchas ocasiones llegaba a mi casa pasadas las 12 de la noche, no se de que te sorprendes.
-Tú lo has dicho, cuando estabas conmigo, pero el detalle es que ahora no es así, y es más –Novak se paró para buscar en sus bolsillos y sacó unas llaves de uno de ellos- Ten.
-¿Qué es esto Novak?-dijo Abigail sosteniendo las llaves.
-Son de un coche que no ocupamos, ahora ya no tienes pretexto para andar pidiéndole aventón a cualquier chango que se te ponga en frente.
-Haber Novak, yo ya no trabajo para ti.
-Porque no quieres, tienes un contrato que en cualquier momento puedes firmar

Abigail con los ojos hacia el cielo continuo- Pero si fuiste tú el que me pidió que no firmará, además yo no puedo aceptar un coche así como así– y le devolvió las llaves- Y a todo esto, me puedes explicar como es que sabes que mis compañeros me llevan a casa y como es que por arte de magia te aparecen una llaves en el bolsillo del pantalón.

Novak ya alterado le respondió-Pues porque te vi Abigail Escalante, en cuanto llegue a la ciudad lo primero que hice fue, irte a buscar y ¿para que?, para verte saliendo con unos desconocidos. Ahh pero no te iba a dejar sola, los seguí hasta que te dejaron en tu casa, faltaba más.
-¿Qué tu hiciste qué?
-Y como no voy a seguir permitiendo que alguien más te lleve, decidí tomar las llaves de este auto y entregártelas hoy sin falta.
-¿Qué no me vas a permitir qué? Novak tu no eres nadie para prohibirme nada.
-Eso también es porque no quieres- dijo Novak refunfuño cruzándose de brazos.
-Jajaja no amorcito. Tambien te recuerdo que el que andaba confundido eras tú. Tú fuiste el que se fue dizque a pensar entre si me querías o de plano habias recibido un golpe en la cabeza y ¿Qué esperabas que hiciera yo? ¿Qué me quedara a llorar como Magdalena? Pues fijate que no.

Novak la veía con los ojos abiertos. A esa Abigail no la reconocía y por un momento lo sorprendió.

-Yo también tengo derecho a divertirme y si hay alguna persona que pueda acompañarme a mí casa, claro que aceptaré su compañía, ellos no necesitan irse a vaguear, para saber si quieren estar conmigo o no.

Esa fue una pedrada directa para Novak, así que decidió defenderse del ataque de Abigail – Mira mujer yo no me fui a vaguear, estuve componiendo música.
-Ahh si arriba del yate de la famosa Marellia ¿no? – Novak se quedó con la boca abierta –pero no pongas esa cara, recuerda que yo trabajo en un periódico y ahí me entero de muchas cosas, Amooorr.

-Big no entiendo porque sacas a Marellia en la conversación, pero no tienes porque ponerte celosa.
-Jajaja celosa ¿Yo? No Novak, yo no me pongo celosa, yo no te prohíbo que dejes de verla, ni tampoco te pido que la saques de la Mansión – Novak volvió a quedarse de una pieza – aquí el único que se ve celoso eres tú.

-¿Cómo te enteraste que Marellia esta en la Mansión?

Abigail no iba a delatar a Bibi por nada del mundo así que le dijo una mentira –Un amigo periodista me lo dijo, como sabe que tengo cierta relación con ustedes, me habló para preguntarme si sabía de tu relación con Marellia y también me comentó que ella llegó a la Mansión en la noche y que de ahí ya no salió. 

-Mira Abigail, todo tiene una razón de ser, yo… – en ese momento sonó el celular de Novak. Revisó quien le llamaba y se entero que era Dinorah, no tuvo más remedio que contestarle.

-Hola Rex
-Novak ¿Dónde demonios estás?, te necesito aquí inmediatamente, mañana es mi boda y tu ni siquiera te has probado tu traje y por si fuera poco tu futura ahijada ni siquiera te reconoce, si mañana se pone a llorar me las vas a pagar. Ahh y por cierto tu invitada no para de preguntar por ti, a Bibi ya la tiene harta, te espero aquí en la mansión.
-Si Mamá ya voy para allá.
-Pero ahora mismo Novak- y Dinorah colgó.

A pesar de que Abigail no pudo escuchar bien la conversación si pudo notar un enojo en la voz de Dinorah. Sabía que su desayuno había llegado a su fin.
-Bueno creo que esta conversación ha terminado – Dijo Abigail parándose de su asiento.
-No no ha terminado, te tengo que explicar muchas cosas, pero lamentablemente ahorita tengo que estar con mi hermana y necesito apoyarla. ¿Podrás esperar hasta mañana?
-Bueno ya te esperé más de un mes, creo que podré esperar un día más- Abigail le dio una sonrisa resignada y lo jalo en dirección al automóvil.

El regresó fue mucho más rápido que la ida, Abigail ya estaba preparada con el cabello recogido, pero ahora ella se impuso en la música y escogió un poco de jazz para el trayecto.

Llegaron al D.F. y como casi iba a ser la hora de entrada de Abigail, Novak la llevó directo a las oficinas del periódico.
-Abigail te voy a enviar el auto en la noche para que te regreses en él.
-Ya dije que no Novak, si tu me envías ese coche yo lo voy a dejar aquí en la calle y es en serio, no necesito que me prestes nada, yo puedo encargarme de mis cosas. 
-Pero que terca eres Escalante, bueno ya veré como le hago, pero por lo pronto mañana si pasó por ti y tu familia para ir a la boda.
-Ah no gracias, eso no va a ser necesario, va a pasar un amigo mío por nosotros.
-¿Qué? ¿Cuál amigo? Me estas diciendo que tienes una cita para la fiesta de mi hermana.
-Bueno sí, acaso ¿creías que iba a ir sola?, yo tengo ganas de divertirme y de bailar y como no tenía PAREJA, pues me tuve que conseguir una.
-Tú quieres que haya bronca mañana en la fiesta ¿verdad?- Dijo Novak mientras respiraba lentamente pero muy enojado.
-No tendría por que haber bronca, tu nunca me pediste que fuera tu pareja en la fiesta, además ya tienes a una invitada especial para la boda, me imagino que vas a estar muy ocupado atendiéndola, ah y antes que preguntes quien me dijo, pues fue Rex la que nos informó que mañana habrá una persona extra en nuestra mesa. Bueno amorcito te dejo porque ya es la una, gracias por el desayuno. – Ella se acercó y le planto un beso rápido en los labios y salio del auto.

Abigail atravesó la calle del periódico y volteó para despedirse con una sonrisa de “yo no hice nada”, Novak desde la ventanilla de su auto la veía, fúrico. Arrancó el motor y en un acelerón, se fue sin despedir. 

Abigail sabía que no le iba a hablar, estaba como alma que llevaba el diablo y eso le agradaba. Ya había dado inicio el juego.

Entró a la oficina y antes que hablarle a su mamá le hablo a su cómplice.
-Hola Bibi, acabo de llegar a la oficina, me fui a desayunar con él.
-Excelente y me imagino que ya se enteró que mañana te vas acompañada.
-Si y se puso fúrico, pero le eche en cara que el también iba a ir acompañado así que estábamos parejos.
-Ay ni me hables de eso, esta vieja ya me tiene hasta el copete y mira que tengo mucho. Todo el día se la ha pasado atrás de mi como perrito faldero, lo bueno es que ahora mismo salgo para la estética y me le voy a desaparecer.
-Te vas a hacer tu cambio radical.
-Sip y verás que cambio, bueno si me entero de algo te hablo al rato, por lo pronto el plan sigue en marcha. Chau.

Abigail ya no podía esperar al día de mañana, estaba ansiosa y muy emocionada. Ese día en el trabajo, las horas se le hicieron eternas. 

El sábado era día laboral en el periódico, pero ella acordó con Juanito que ese día se lo iba a reponer en alguna otra ocasión que se necesitará y sus compañeros se repartirían su labor, por esa única ocasión, así que se sentía más tranquila de saber que su trabajo estaba cubierto.

Por fin dieron las nueve de la noche. Sus compañeros, como todos los viernes, se iban a un restaurante cercano a tomar unas cervezas, Abigail se despidió de ellos y se dirigió hacia la avenida para tomar su transporte. Mientras caminaba se dio cuenta que alguien la seguía muy de cerca.

-Señorita Abigail, espere.
Abigail volteó sorprendida y se dio cuenta que quien la llamaba era el chofer del grupo.
-Ricardo ¿que hace usted aquí?
-Me mando el señor Novak, me dijo que la esperará hasta que usted saliera y que si no accedía a irse conmigo que me iba a despedir.

Novak sabía como lograr lo que se proponía. Ricardo vió con cara de expectación a Abigail. Sabía que si Ricardo no hacía lo que le había indicado Novak, lo metería en un gran problema y eso era lo que menos quería ella, así que tomó del brazo al preocupado chofer y se encamino con él. -Ande vamos Ricardo, no queremos que se quede sin empleo ¿Verdad?
-No señorita, no queremos.

Abigail se subió del lado de copiloto, para poder platicar con Ricardo, hacia mucho que no entablaban conversación desde que ella se fue del grupo. 
-Por poco y no la alcanzó señorita Abigail, el señor Novak me dijo que usted salía desde las 9 de la noche hasta más tarde. Nunca creí que fuera a ser tan puntual para salir.
-Hoy estuvo el trabajo muy relajado, y usted ¿como ha estado Ricardo?
-Pues bien, ya sabe que con estos muchachos siempre hay trabajo, andan de compromiso en compromiso. Imagínese, hoy se fueron de fiesta. Nombre, estos chico si que tienen pila.

Abigail no pudo evitar imaginarse a Novak saliendo con Marellia de fiesta una noche de viernes.
-Me imagino que andan festejando con su invitada.
-No Señorita se fueron únicamente los caballeros, es que es la última noche de Hunter como soltero y Salvio y el señor Novak lo llevaron a festejar.

Ese comentario le valió a Abigail una gran sonrisa, no sabía si se iban a reventar en algún antro, pero por lo pronto no salió con Marellia y eso era una gran noticia.
-Ya me imagino como van a llegar al rato.
-Pues la señora Dinorah si que le leyó la cartilla a Hunter, pero como Novak se ofreció a llevarlo, se quedó más tranquila, por esa razón el no pudo venir por usted.

Abigail se sentía como la princesa del cuento, y aunque su amor tenía más características de hechicero maligno que de príncipe, con cada pequeño detalle, ella podía ver que si le importaba y eso la llenaba de gozo.

Cuando llegaron a casa de Abigail, Ricardo le abrió la puerta y la ayudo para bajar.
-Espere señorita, tengo algo para usted.

Ricardo saco una gran caja de la cajuela y se la entregó, la caja pesaba bastante, Abigail no sabía que había adentró ya que estaba envuelta en papel de regalo.
-Se lo manda el señor Novak, bueno ahora si ya me voy que mañana me esperan muy temprano.
-Gracias Ricardo y descansa.

Abigail estaba intrigada con el paquete tan pesado que le había enviado, entró a su modesta casa y se encontró con Rodrigo y con su mamá que estaban viendo una película en la televisión, los saludo y ellos la invitaron para que los acompañara en la sala.

Ella accedió pero primero les dijo que iba a su recamará, a ponerse la pijama, la realidad es que estaba muy emocionada con el regalo de Novak y ya quería saber que le había enviado.

Por el peso se imaginaba un vestido de noche o una bolsa de marca, pero cuando abrió el papel de envoltura inmediatamente se percato del logotipo naranja y negro muy reconocido de la Harley Davidson. Adentro de la caja venían unas botas negras altas muy al estilo rockero, con botones y cierre plateado. Eran unas botas de mujer, especiales para andar en moto y junto a las botas venía una carta.  

Hoy había una sola cosa que quería decirte, pero tal parece que cuando estamos juntos hay demasiada tensión, así que mejor te lo escribo. No hubo un solo día que no pensará en ti, te extrañe como solo he podido extrañar a una persona. Perdóname por no haber estado contigo y espero y mi regalo, el cual por cierto es a mi gusto, sea la promesa para otra cita.
P.D. Espero y tu pareja no sea celoso, porque mañana no se la va a acabar.
N.

Abigail inmediatamente tomó su celular y le escribió un mensaje.

“Ya estoy en casa, sin percances. Gracias por mis zapatos nuevos y por favor háblame menos y escríbeme mucho, pero mucho más. Abigail”.

Abigail guardó sus botas y su carta adentro de su closet, con mucho esmero y salió a la sala para terminar de ver la película con su familia. Después de una ligera cena, decidió irse a la cama, en la mañana se tenía que parar muy temprano, ya que el lugar donde se iba a realizar la boda era una Hacienda propiedad del papá de Dinorah y Novak, y esta se encontraba un poco retirada de la ciudad.

Pero la realidad es que con tantas mariposas en su cuerpo probablemente tardaría mucho en conciliar el sueño, unos ojos azules se le presentaban constantemente y ella estaba locamente enamorada de ellos.

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